¡Cada paso que das cada día te pone en riesgo de una caída que podría cambiar tu vida para siempre!

Cada año, aproximadamente 684,000 personas mueren por caídas, y más de 37 millones de caídas son lo suficientemente graves como para requerir atención médica.¹

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que las caídas son actualmente la segunda causa principal de muertes por lesiones no intencionales en todo el mundo.²

¡Y tú podrías ser el próximo!

Mi nombre es Alicia, y quiero compartir cómo mi vida cambió... ¡en un abrir y cerrar de ojos!

Puede que no sea tan joven como solía ser, ¡pero ciertamente no me considero vieja! Llevaba un estilo de vida saludable. Hago ejercicio regularmente. No tengo sobrepeso. Honestamente, nunca me preocupé por los peligros de caer... HASTA QUE ME CAÍ.

Era un día como cualquier otro. El clima era bueno. Me sentía genial. Me reuní con unas amigas para almorzar y compré algunas cosas. Estaba caminando hacia mi auto... y mi zapato se enganchó en una pequeña grieta en el estacionamiento. Inmediatamente perdí el equilibrio y no pude recuperar la estabilidad. Mi bolso salió volando y caí... FUERTE.

Mi peor pesadilla se estaba haciendo realidad. Se sintió como si todo estuviera pasando en cámara lenta, y sin embargo, todo terminó en un abrir y cerrar de ojos. En un momento estaba pensando en qué preparar para la cena esa noche, y al siguiente, mi cuerpo, y mi mundo, se estrellaron CON FUERZA. El dolor era abrumador y la conmoción fue paralizante.

Pero peor aún, ¡estaba horriblemente avergonzada! No era vieja, pero allí estaba en el suelo como una mujer mayor indefensa y achacosa. Al instante, las lágrimas vinieron a mis ojos, tanto por el dolor agudo como por la vergüenza.

Una pequeña multitud se había reunido a mi alrededor, algunos ayudando a recoger mis víveres esparcidos, otros tratando de ayudarme a ponerme de pie y otros ofreciéndose a llamar a ayuda médica. Me senté indefensa mientras las voces a mi alrededor se volvían borrosas y mis emociones, y mi dolor, me abrumaban.

Perdí mi independencia y tuve que depender de mi familia para que me llevara a las citas y se ocupara de las tareas domésticas menores. Tuve que cancelar innumerables compromisos sociales y me perdí mis salidas habituales con amigos y familiares.

Mi peor pesadilla se hizo realidad. Me sentí vieja e inestable y casi me mata.

No estaba segura de si alguna vez recuperaría la calidad de vida que había disfrutado antes de este accidente fortuito y vivía con un miedo constante.

LO PEOR DE TODO: Me asustaba que en cualquier momento, pudiera volver a caer y que la próxima vez el resultado fuera mortal.

Después de meses de dolor y autocompasión, imagina cómo me sentí cuando mi fisioterapeuta me dijo:

Mi fisioterapeuta continuó explicando:

"Tropezar y caer es inevitable a veces. Siempre habrá pavimento irregular, un obstáculo no visto, un cable suelto o un niño corriendo bajo los pies. Puede haber momentos en los que un medicamento que estés tomando te haga sentir inestable o la fatiga general te haga arrastrar los pies. Le sucede a TODOS, y te SUCEDERÁ a ti."

Entonces, si el riesgo de caer siempre está ahí, ¿cómo podría protegerme?

"La diferencia es cómo tu cuerpo responde a estos pequeños tropiezos. Esta puede ser la diferencia entre un pequeño resbalón, donde tropiezas levemente y sigues con tu día... O una caída peligrosa que te lleva a una cama de hospital... o peor aún... A TU LECHO DE MUERTE."

Esta información me asustó más de lo que puedo expresar. No podía dejar de imaginar lo peor. ¡Solo la idea de perder mi independencia, o mi vida, me hizo repensar todo lo que creía saber sobre mi seguridad personal!

¿Por qué se cae la gente?

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)⁶, es más probable que las caídas ocurran cuando:

• Hay problemas de visión o deficiencias de vitamina D.
• Se utilizan diferentes medicamentos, tanto recetados como de venta libre.
• Hay dolor de pie o problemas para caminar o mantener el equilibrio.
• Hay peligros potenciales en el hogar, como alfombras sueltas o escalones irregulares.
• Hay peligros fuera del hogar, incluyendo superficies resbaladizas, pavimento irregular o áreas concurridas.

PERO... la verdadera razón por la que la gente se cae NO ES una grieta en la acera, un juguete de un niño en el suelo o un peatón descuidado que te empuja en una multitud.

Lo que aprendí fue sorprendente... ¡pero tenía mucho sentido!

La VERDAD es que... siempre habrá grietas en la acera o pavimento irregular. Siempre habrá un juguete u otro peligro de tropiezo no visto en el suelo. Siempre habrá alfombras y escaleras en las casas. Siempre habrá gente que te empuja en multitudes, tiendas o caminando por la calle. Siempre habrá momentos en los que tu mente divague y no estés 100% concentrado en tu camino.

La VERDAD es que... ¡eres humano y vives en el mundo real! Es imposible eliminar todas estas amenazas potenciales de tu vida diaria. ¡Muchas de las razones por las que la gente se cae son INEVITABLES, especialmente para los adultos mayores!

Pero lo que SÍ podía hacer era blindar mi cuerpo contra las caídas.